El avance de la transformación digital ha hecho que la demanda de almacenamiento y procesamiento de datos crezca exponencialmente. Sólo este año serán 97 zettabytes, según un estudio de Statista. En 2019, el volumen era de 41 zettabytes y en 2025 debería alcanzar los 181 zettabytes, según la misma fuente.
Con esta creciente demanda, también están surgiendo estrategias de TI híbrida, basadas en entornos cada vez más complejos, que pueden implicar el data centers on premise, en la nube y dispositivos de borde. Todo para satisfacer las necesidades presentes y futuras de la economía digital de cada empresa, en un escenario de creciente interdependencia para el tratamiento de datos.
Estas son las tendencias que han impulsado la adopción del software DCIM (Data Center Infrastructure Management). Las siglas en inglés, en traducción libre, significan Gestión de Infraestructuras de Data Center. En la práctica, es una plataforma digital que combina información de software, hardware y sensores para la supervisión, control, gestión y planificación de centros de datos.
A partir de DCIM, es posible obtener información en tiempo real y en contexto sobre cuatro frentes críticos para la gestión de los ambientes de TI: energía, climatización, conectividad y plan de capacidad. A partir de ellos, la toma de decisiones se vuelve más ágil y segura, con el objetivo de aumentar la eficiencia energética, optimizar el uso del espacio físico y la disponibilidad de servicios, entre otras cuestiones críticas para el control de la operación.
«Disponer de una gestión centralizada de estos cuatro pilares permite a las empresas monitorizar e identificar con mayor asertividad las necesidades en la optimización y planificación del data center. Y esto es clave en el dinámico entorno empresarial actual», afirma Carlos Eduardo Mendonça, Director de Soluciones de green4T.
Visión general de DCIM
Uno de los principales diferenciales de DCIM es la integración, en una misma plataforma, de herramientas de información y medición y supervisión. A través de él, es posible conocer el consumo, la capacidad y el rendimiento del centro de datos, abarcando tanto la parte física como la lógica del ambiente de TI. Los equipos pueden ser de distintos proveedores. A partir de ahí, incluso a distancia y con equipos reducidos, es posible gestionar estructuras complejas, en distintos lugares.
Por ejemplo. Puede saber, sin moverse de delante del ordenador, si la infraestructura energética y de refrigeración actual podrá soportar un aumento del número de servidores instalados en el centro de datos. Esta inteligencia acelera el proceso, haciendo innecesario el desplazamiento de profesionales de TI o responsables de las instalaciones del centro de datos, que a menudo se encuentran en otras unidades, a cientos o incluso miles de kilómetros de distancia, para tomar la decisión.
La climatización también puede hacerse de forma muy sencilla, casi intuitiva. DCIM, en general, presenta el entorno físico del centro de datos en versiones 2D y 3D, con mapas térmicos actualizados en tiempo real. Es posible saber exactamente qué bastidores y servidores funcionan a la temperatura ideal, cuáles funcionan por debajo y cuáles están sobrecalentados. Y, a partir de ahí, simular los efectos causados por los cambios en el ambiente de TI, como el movimiento de racks, servidores o ajustes en el control de los equipos o el flujo de aire acondicionado, para corregir los problemas detectados.
Una visión clara del funcionamiento también es importante para controlar, evaluar y planificar con precisión el consumo de energía. Con DCIM, un gestor puede conocer la demanda de cada equipo y la eficiencia energética de TI en su conjunto, en métricas como PUE (Power Usage Effectiveness) y DCIE (Data Center Infrastructure Efficiency). Se destacan las tendencias de consumo y se emiten alertas en caso de problemas. A partir de ahí, se pueden adoptar nuevas tecnologías y enfoques multidisciplinares que pueden hacer que toda la infraestructura sea hasta un 60% más económica y sostenible en relación con el consumo de energía.
A medida que los data centers se hacen más grandes y complejos, hay otros retos importantes que se hacen menos complicados con la adopción de DCIM. Una de ellas es el control y la gestión del espacio de los racks y la identificación de servidores infrautilizados que puedan estar consumiendo energía. Una vez identificados estos servidores, la empresa puede adoptar estrategias como la virtualización de activos para aprovechar mejor la infraestructura y hacerla más rentable.
Otro proceso enormemente facilitado por la solución es la identificación de la conexión entre distintos equipos, que tienen miles de conexiones, una realidad en muchos data centers e infraestructuras híbridas con rack edge. Y el escenario sólo tiende a volverse más crítico con el avance de las soluciones de Internet de las Cosas (IoT, en inglés). ¿Cómo se gestiona una situación así con hojas Excel? Con las soluciones de cableado inteligente asociadas, DCIM también puede ayudar a detectar actividades no autorizadas dentro del data center, mediante alarmas que se activan si se interrumpe alguna conexión.
Por supuesto, no todas las empresas necesitan adoptar sistemas DCIM. Pero si su empresa tiene dificultades como: identificar el mejor lugar para colocar un nuevo servidor; localizar los activos dentro del data center; conocer el nivel de utilización de los equipos; y evaluar las necesidades futuras de demanda, tanto en infraestructura física como en capacidad de suministro eléctrico, puede que haya llegado el momento de adoptar esta plataforma inteligente.
La buena noticia es que esto ya no significa que sean necesarias grandes inversiones y la elaboración de un proyecto complejo y largo. Con la aparición de DCIM as a service, el tiempo de implantación de la tecnología se ha reducido en los últimos años de una media de seis meses a dos. «Además, hay una enorme reducción de costes, ya que todo el soporte, el personal interno y el centro de operaciones con especialistas que la empresa necesitaría para dar soporte y poner en funcionamiento DCIM se deja en manos del proveedor de soluciones», afirma Dumard.
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